la vida no es tan negra como la pintan, depende del filtro que utilicemos para enfocar nuestra mirada a la realidad.
hay tantas clases de filtro que uno puede sorprenderse facilmente de encontrar algunos realmente increíbles.
al principio podemos moldear nuestro filtro a nuestra manera, darle retoques chulos, y añadir extras que mejoren su rendimiento.
después entra en juego la sustancia filtrada: la vida.
esta se nos antoja cambiante y extraña. nos lleva por senderos inutilizables y nos obliga a cruzar truculentos pantanos de odio desesperación y otros tristes pensamientos.
es este elemento el que con sus trágicos accidentes rompe y reconstruye ese filtro mutante en nuestra mente, e impide que este se separe de ella por el resto de la vida
